Home » Acciones »

QUE PASO CON LA ACCION DE SQM EN 2025

Durante 2025 la acción de SQM pasó de ser un papel castigado por el desplome del litio a transformarse en uno de los nombres más comentados del mercado. El fuerte repunte de noviembre, con alzas posteriores a la entrega de resultados del tercer trimestre y mejores precios de referencia en China, encendió las alertas de traders e inversionistas de largo plazo. Detrás del movimiento hay números concretos: volúmenes récord de litio, costos más bajos, guidance reafirmado y un CapEx recortado sin sacrificar capacidad futura. Al mismo tiempo, el mercado sigue mirando de reojo la volatilidad propia de los commodities y el riesgo regulatorio en Chile. En este análisis revisamos qué pasó con la acción de SQM, por qué el precio reaccionó así y qué escenarios se abren para los próximos meses.

Dinámica reciente del precio


La acción de Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) vivió en noviembre de 2025 un giro que pocos habrían anticipado mirando solo los titulares de comienzos de año. Después de meses de castigo ligado al desplome del litio, el papel empezó a mostrar una recuperación consistente, apoyada tanto por noticias corporativas como por mejores precios de referencia en China. El cierre en torno a los US$59,54 el 21 de noviembre, con un rebote inmediato en el after-hours de más de US$2,50, fue una señal clara de que el mercado estaba dispuesto a pagar más por la historia de litio de SQM.


En las jornadas posteriores al reporte del tercer trimestre, el precio llegó a bordear los US$63,10, acumulando alzas cercanas al 6% en muy poco tiempo. Para un papel tan seguido por institucionales, ETF de materiales y retail local, ese tipo de movimiento no es solo ruido: refleja un cambio en la percepción de riesgo/retorno. El rendimiento año a la fecha, cercano al +43%, muestra que gran parte de la recuperación se concentró en la parte final del año, lo que refuerza la idea de que el mercado estuvo rearmando posiciones justo antes de que los fundamentales dieran la razón a los compradores más pacientes.


A nivel intradía, la volatilidad también se hizo notar. En la sesión del 24 de noviembre, la acción osciló entre un mínimo de US$57,15 y un máximo de US$60,57, rango amplio que combina rebalanceos de índices, flujos de ETF y operadores de corto plazo tratando de capturar movimientos en torno a soportes y resistencias. Para quien mira la pantalla durante el día, SQM volvió a ser un papel “vivo”: spreads más activos, volumen alto y reacciones inmediatas a titulares sobre litio, China o el JV con Codelco.


Evolución en 2025 y últimos 12 meses


Si se mira el gráfico con un poco más de perspectiva, la película se ve distinta al ruido del día a día. Durante los últimos 12 meses, la acción se movió entre un mínimo cercano a US$29,36 y un máximo previo al rally reciente en la zona de US$55,66. Es decir, quien compró en los peores momentos del pesimismo acumuló más de un 90% de upside hasta los niveles actuales, pero a costa de soportar una montaña rusa de volatilidad típica de un commodity en plena fase de ajuste de ciclo.


En 2025, el castigo inicial se explicó por el desplome del precio del litio después del boom 2021–2022, sumado a la incertidumbre política y regulatoria en torno a los contratos del Salar de Atacama. Muchos inversionistas prefirieron salir o reducir exposición ante la sensación de que el “súper ciclo” del litio se había acabado. Sin embargo, a medida que avanzó el año, el flujo de noticias cambió: datos de demanda más sólidos en vehículos eléctricos, señales de estabilización de precios y claridad respecto del rol de Codelco en el nuevo marco contractual devolvieron algo de confianza al mercado.


El resultado es una acción que, al cierre de noviembre, se ve muy distinta a la de comienzos de año: mismo ticker, pero con narrativa renovada. El mercado ya no la mira solo como un “caso problema” por litio a la baja, sino como un productor de bajo costo que logró ajustar inversiones, sostener volúmenes y posicionarse para capturar el próximo tramo del ciclo cuando la demanda se consolide.


Señales técnicas y niveles clave


Más allá de los fundamentos, los traders técnicos han estado muy atentos a ciertos niveles que se han transformado en verdaderos puntos de referencia. La zona de US$57–58 se ha comportado como soporte relevante en las últimas ruedas, mientras que los US$60,6 aparecen como una resistencia psicológica comentada una y otra vez en análisis y redes. La forma en que el precio se comporte en esos puntos puede marcar la pauta del próximo tramo, sobre todo en un contexto donde el interés corto se ha ido reduciendo y el volumen comprador es considerable.


  • Soporte técnico en torno a US$57–58, defendido varias veces tras el reporte del tercer trimestre.


  • Resistencia inmediata cerca de US$60,6, nivel donde aparecen tomas de utilidad de corto plazo.


  • Rango previo de 12 meses entre US$29,36 y US$55,66, que dimensiona la volatilidad histórica del papel.


  • Acercamiento progresivo del precio a máximos recientes tras el anuncio de volúmenes récord de litio.


  • YTD sobre +40%, indicador de que buena parte del rally se concentró en el tramo final del año.



En simple, cuando el precio se acerca al soporte, aparecen compradores que ven valor en el nivel actual de múltiplos y en el potencial de litio; cuando se aproxima a la resistencia, lo que domina son traders asegurando ganancias después de un movimiento fuerte en pocas sesiones. Esa dinámica de “tira y afloja” probablemente se mantenga mientras el mercado siga decodificando nueva información sobre demanda de litio, China y el JV con Codelco.


Qué están mirando los inversionistas en el día a día


En el muy corto plazo, la acción se ha transformado en un termómetro del ánimo del mercado hacia el litio. Cada movimiento en los futuros asiáticos, cada titular sobre ventas de vehículos eléctricos o sobre decisiones de grandes productores se refleja casi inmediatamente en el papel. Para el inversionista local, esto se traduce en velas diarias con sombras largas, gaps de apertura y recorridos amplios entre el mínimo y el máximo de la jornada.


El comportamiento intradía de la sesión del 24 de noviembre es un buen ejemplo: un mínimo bajo los US$58 en la mañana, presión vendedora asociada a rebalanceos de índices y, más tarde, recompras apoyadas por mejores datos de futuros de litio. Este tipo de jornada, lejos de ser la excepción, se ha ido normalizando a medida que SQM volvió a entrar en los radares globales como play directo al litio sudamericano.


Para quien opera con horizonte de varios años, esta volatilidad puede ser incómoda pero también una oportunidad: los retrocesos hacia zona de soporte suelen venir acompañados de titulares pesimistas y ventas forzadas, mientras que los quiebres de resistencia tienden a coincidir con noticias muy positivas que pueden terminar sobrevaloradas en el corto plazo. Entender esta dinámica ayuda a evitar decisiones impulsivas y a leer mejor qué hay detrás del movimiento diario de la acción.


Fundamentos del repunte


El rally de noviembre no fue un “pump” vacío ni un simple rebote técnico. Tuvo detrás un conjunto de noticias concretas, con el reporte del tercer trimestre 2025 como punto de inflexión. SQM informó ingresos por alrededor de US$1,17 mil millones y una utilidad neta de cerca de US$178,4 millones, equivalentes a US$0,62 por acción. Aunque esa cifra quedó levemente por debajo del consenso del mercado, la reacción del precio fue positiva porque el énfasis estuvo en los volúmenes récord de litio y en una mejora en el entorno de precios después de dos años de ajuste.


El mercado también leyó con atención el mensaje de la administración: la compañía reafirmó su guidance de producción de litio en Chile para 2025 en torno a 230.000 toneladas y, al mismo tiempo, anunció una reducción de CapEx a unos US$2,7 mil millones para el período 2025–2027, sin recortar la capacidad futura proyectada. En otras palabras, más eficiencia con menos gasto, justo cuando el ciclo del litio empieza a mostrar signos de recuperación. Esa combinación es, para muchos analistas, la base del cambio de narrativa que explica buena parte del repunte de la acción.


Resultados del tercer trimestre 2025


El detalle del tercer trimestre muestra un negocio que, pese a la volatilidad del litio, logró reordenarse y capitalizar mejor la demanda. SQM reportó un aumento de la utilidad respecto al año anterior, apoyado en mayores volúmenes vendidos y en un entorno de precios que, si bien no volvió a los máximos históricos, sí mostró un primer repunte tras dos años de caídas. La compañía también destacó avances en eficiencia operativa y menores costos unitarios, claves para resistir escenarios de precio más ajustado.


  • Ingresos cercanos a US$1,17 mil millones, con el litio como principal motor de crecimiento.


  • Utilidad neta aproximada de US$178,4 millones, equivalente a US$0,62 por acción, con mejora frente al año anterior.


  • Ventas de litio en niveles récord, compensando parcialmente la presión previa en precios internacionales.


  • Entorno de precios promedio de litio en torno a US$12.500–14.000 por tonelada, tras tocar pisos mucho más bajos en 2024.


  • Costos unitarios reducidos gracias a eficiencias en el Salar de Atacama y mejor utilización de capacidad instalada.



En resumen, el trimestre entregó un mensaje claro: incluso con precios alejados de sus máximos históricos, SQM puede generar resultados sólidos si mantiene altos volúmenes y disciplina en costos. Para el mercado, que venía muy sensible a cualquier señal negativa en utilidades, este tipo de reporte refuerza la tesis de que la compañía está mejor preparada para transitar ciclos bajistas que en el pasado.


Litio, JV con Codelco y ventaja competitiva


El corazón del repunte está en el litio. SQM es uno de los productores de menor costo a nivel global, gracias a sus operaciones en el Salar de Atacama y a la integración con proyectos de espodumena. Cuando los futuros en Asia empezaron a mostrar recuperación y los analistas comenzaron a hablar nuevamente de déficit de oferta hacia 2026, la acción se transformó en una forma directa de jugar ese potencial rebote. A esto se suma el Joint Venture con Codelco, ya encaminado y con aprobación de reguladores clave, que reduce incertidumbre política sobre el largo plazo de las operaciones en Chile.


El recorte de CapEx a unos US$2,7 mil millones para 2025–2027, sin afectar las metas de producción, fue leído como una señal de madurez estratégica. La empresa está dejando atrás la fase de expansión agresiva financiada por un ciclo de precios excepcionalmente alto para entrar a una etapa de crecimiento más disciplinado. Esta combinación de volumen alto, costos competitivos y mayor claridad contractual en el Salar es parte central de la tesis de inversión que sostiene el rally reciente.


  • Rol del Salar de Atacama como activo de litio de bajo costo y relevancia mundial.


  • Producción anual objetivo de unas 230.000 toneladas de litio en Chile, reforzando la escala del negocio.


  • Joint venture con Codelco que mejora visibilidad regulatoria y contractual a largo plazo.


  • CapEx reducido sin sacrificar capacidad futura, apoyando la narrativa de disciplina financiera.


  • Exposición directa a la tendencia global de vehículos eléctricos y almacenamiento de energía.



Qué dicen los analistas y el mercado


Otro pilar del repunte es el cambio en el tono de los informes de analistas. Varias casas de inversión han ido moviendo a SQM desde visiones más neutrales a recomendaciones del tipo “Outperform” o “Buy”, destacando la combinación de recuperación de litio, disciplina de CapEx y ventajas competitivas en costo. Algunas de ellas elevaron sus precios objetivo después del reporte, con rangos que en casos optimistas se ubican entre US$77 y US$80, reflejando espacio de upside sobre los niveles de US$59–60 vistos en noviembre.


No todos, eso sí, están igual de optimistas. Algunos informes más cautos mantienen visiones de “Hold” o recomiendan prudencia ante la posibilidad de que el repunte del litio sea más acotado de lo que sugieren las proyecciones más agresivas. El abanico de precios objetivo, que va desde zonas cercanas a US$46 hasta niveles sobre US$80, refleja que el mercado sigue dividido sobre cuán sostenible será este nuevo ciclo de precios.


  • Recomendaciones predominantes de “Outperform/Buy” en informes recientes, con foco en el potencial del litio.


  • Precios objetivo alcistas que superan ampliamente los niveles de US$59–60 por acción tras el rally de noviembre.


  • Visiones más conservadoras que advierten sobre la sensibilidad de la tesis al precio del litio en 2026–2027.


  • Reconocimiento del JV con Codelco como factor que reduce el riesgo regulatorio percibido por el mercado.


  • Discusión en torno a un múltiplo P/E en el rango de 30–33 veces utilidades recientes, con debate sobre si refleja o no todo el potencial de crecimiento.



En definitiva, el repunte de SQM no se explica por una sola noticia, sino por una suma de factores: resultados que muestran resiliencia, mejor entorno de precios del litio, disciplina en inversiones y una narrativa regulatoria algo más clara. El mercado pasó de temer un escenario de largo invierno para el litio a considerar nuevamente la posibilidad de un ciclo de crecimiento apoyado por vehículos eléctricos y almacenamiento de energía, y la acción reaccionó en consecuencia.


Durante 2025 la acción de SQM pasó de ser un papel castigado por el desplome del litio a transformarse en uno de los de mejor desempeño de SantiagoX.

Durante 2025 la acción de SQM pasó de ser un papel castigado por el desplome del litio a transformarse en uno de los de mejor desempeño de SantiagoX.

Escenarios y riesgos clave


Después de entender qué pasó con la acción de SQM y por qué se pegó un rally tan fuerte en noviembre, la pregunta lógica es qué podría pasar de aquí en adelante. Nadie tiene la bola de cristal, pero sí se pueden construir escenarios razonables a partir de los datos actuales de litio, producción, CapEx y apetito de los inversionistas. Lo clave es no confundir una buena racha de corto plazo con una garantía de ganancias lineales hacia adelante: el litio sigue siendo un mercado cíclico, y SQM es un jugador grande dentro de esa cancha.


Escenario alcista: litio firme y breakout


En el escenario alcista, el rebote del litio no se queda solo en un movimiento táctico, sino que se consolida durante 2026. La demanda de baterías para vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento crece en el rango alto de las proyecciones (30–40% anual), mientras que la oferta se mantiene más contenida de lo esperado por retrasos en nuevos proyectos o decisiones de inversión más prudentes. En ese contexto, precios en torno a US$12.500–14.000 por tonelada podrían verse como piso, con espacio para avanzar algunos escalones más.


Bajo este escenario, SQM se beneficia de manera directa: tiene escala, costos competitivos y capacidad de aumentar volúmenes sin disparar CapEx, gracias a las inversiones ya realizadas y al JV con Codelco. Si el mercado empieza a internalizar que los precios del litio podrían subir más de lo que hoy descuenta, no es descabellado pensar en la acción superando resistencias como los US$60,6 y mirando zonas más cercanas a los máximos sugeridos por los analistas más optimistas, sobre los US$68 o incluso algo más arriba si el sentimiento se vuelve muy pro-riesgo.


  • Demanda de litio que sorprende al alza, impulsada por vehículos eléctricos y almacenamiento de energía.


  • Futuros de litio sosteniéndose sobre niveles recientes, reforzando la tesis de que el piso de precios ya se vio.


  • Márgenes de SQM mejorando por combinación de precios más altos y costos unitarios en descenso.


  • JV con Codelco avanzando sin contratiempos y reduciendo el ruido regulatorio en Chile.


  • Flujos de capital entrando a acciones ligadas a la transición energética, con SQM como uno de los beneficiados directos.



En este escenario, la acción tiende a premiar a quienes aguantaron la volatilidad previa y a quienes se atrevieron a entrar cuando el sentimiento era claramente bajista. El riesgo, eso sí, es que un rally demasiado rápido vuelva a crear expectativas exageradas, dejando al papel expuesto a correcciones violentas ante cualquier noticia negativa. Incluso en el caso alcista, la gestión del riesgo sigue siendo clave.


Escenario base: consolidación con vaivenes


El escenario base, que muchos ven como el más probable, contempla un litio que se recupera desde los mínimos pero que no vuelve a la euforia de años anteriores. Los precios se estabilizan en un rango razonable, suficiente para que productores eficientes como SQM mantengan buenos márgenes, pero sin disparar nuevas olas de inversión especulativa. La acción, en este caso, podría moverse en un rango amplio, con idas y vueltas entre zonas cercanas a US$55 y US$62, reflejando tanto buenas noticias operacionales como ajustes de expectativas del mercado.


En este contexto, los próximos catalizadores serían reportes trimestrales consistentes, avances visibles en el JV con Codelco y señales de que la demanda de litio para almacenamiento se consolida como un segundo pilar, junto a los vehículos eléctricos. El papel seguiría siendo volátil, pero con una tendencia menos extrema que en el rally reciente, y con un mercado que va “probando” distintos niveles de precio a medida que aparecen nuevos datos.


  • Rango de precio amplio pero acotado, sin quiebres explosivos ni colapsos prolongados.


  • Resultados financieros en línea o algo mejores que el consenso, pero sin sorpresas descomunales.


  • Mercado atento a dividendos y a señales de disciplina de capital como parte importante del retorno total.


  • Sensibilidad diaria del papel a noticias de China, pero con menor pánico ante correcciones de corto plazo.


  • Rotación de portafolios donde SQM compite por flujo con otras historias de materias primas y energía limpia.



Para muchos inversionistas de mediano plazo, este escenario base no es malo: permite ir sumando retornos a través de resultados y dividendos, y ofrece ventanas de entrada en retrocesos sin la presión psicológica que genera un ciclo de extrema euforia. Eso sí, exige paciencia y la capacidad de soportar semanas o meses en los que el precio parece “no ir a ninguna parte”.


Escenario bajista: riesgos a la vista


El escenario bajista aparece si el litio vuelve a mostrar debilidad significativa, ya sea porque la oferta crece más rápido de lo previsto o porque la demanda se enfría por factores macroeconómicos o cambios tecnológicos. En ese caso, los precios podrían retroceder de nuevo hacia niveles más cercanos a los mínimos de 2024, apretando los márgenes y obligando a productores a priorizar aún más la eficiencia. Para SQM, esto significaría volver a un entorno donde el mercado cuestiona si la expansión planeada tiene sentido en los niveles de precio vigentes.


A este riesgo puramente de commodity se suman otros factores propios de la realidad chilena y global: eventuales cambios regulatorios menos amigables, discusiones sobre regalías, presión ambiental y el impacto de un contexto financiero internacional más restrictivo en el apetito por activos de riesgo. En un mundo con tasas altas y menor liquidez, las acciones de materias primas suelen sufrir más cuando los ciclos se dan vuelta.


  • Caída del precio del litio por sobreoferta o menor dinamismo en vehículos eléctricos y almacenamiento.


  • Regulación más exigente o cambios de reglas en Chile que eleven la carga sobre el sector minero-químico.


  • Correcciones fuertes en bolsas globales que afecten especialmente a las acciones cíclicas ligadas a commodities.


  • Problemas operacionales o retrasos en proyectos clave que dañen la confianza del mercado en la ejecución de SQM.


  • Reaparición de dudas sobre el marco contractual de largo plazo en el Salar, pese al JV con Codelco.



En este escenario, el precio podría volver a testear zonas mucho más bajas que las actuales, reabriendo el debate sobre si la acción es una oportunidad de valor o una “trampa de valor” en un ciclo de litio prolongadamente débil. Para quienes entran solo mirando el rally reciente, este escenario es el recordatorio de que el riesgo nunca desaparece, solo cambia de forma.


Cómo encaja SQM en una estrategia personal


Más allá de los gráficos y los escenarios, la pregunta práctica es cómo puede encajar SQM en una estrategia de inversión concreta. Para algunos, es un activo táctico: se entra cuando el ciclo del litio da señales de mejora y se sale cuando el sentimiento se vuelve demasiado eufórico. Para otros, es una posición estructural ligada a la transición energética, que se mantiene a través de los vaivenes del ciclo, confiando en que la demanda de baterías seguirá creciendo durante la próxima década.


En una cartera diversificada, SQM suele ocupar el rol de exposición concentrada al litio y, en general, a la matriz exportadora chilena orientada a recursos naturales. Eso significa que no es un papel “tranquilo” ni apto para quien se incomoda con una pantalla roja de vez en cuando, pero sí puede aportar retornos significativos en los tramos del ciclo en que los fundamentos lo apoyan. La clave está en dimensionar bien el tamaño de la posición y en evitar apostar más de lo que se está dispuesto a ver fluctuar.


  • Definir si SQM será una posición táctica de corto/mediano plazo o una apuesta estratégica ligada a la transición energética.


  • Ajustar el tamaño de la posición al nivel de tolerancia al riesgo y a la volatilidad de cada persona.


  • Mirar los fundamentales (costos, volúmenes, CapEx, contratos) tanto como el precio de pantalla del día.


  • Usar niveles técnicos como soportes y resistencias para ordenar entradas y salidas, y no para reaccionar impulsivamente.


  • Tener siempre presente que se trata de una acción de un sector cíclico, no de un bono ni de un instrumento de renta fija.



En conclusión, lo que pasó con la acción de SQM en 2025 es la combinación de una historia de litio que dejó atrás sus peores temores, una compañía que ajustó su estrategia de inversión y un mercado que volvió a mirar con interés el rol de Chile en la cadena global de baterías. El repunte reciente no elimina los riesgos, pero sí muestra que, cuando los fundamentales empiezan a alinearse, el mercado reacciona rápido. La tarea de cada inversionista es decidir si quiere estar dentro o fuera cuando lleguen los próximos capítulos de esta historia, leyendo con calma tanto las cifras como el contexto antes de mover ficha.


INVERTIR EN SQM