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PLANES DE AHORRO PREVISIONAL VOLUNTARIO (APV) EN CHILE: CLAVE PARA TU FUTURO
El Ahorro Previsional Voluntario (APV) es una herramienta poderosa para complementar tu pensión obligatoria en Chile. Permite que trabajadores dependientes, independientes y pensionados realicen aportes adicionales al sistema previsional, con beneficios tributarios atractivos. Administrado por AFP, compañías de seguros, bancos y administradoras generales de fondos, el APV se adapta a distintos perfiles de ahorro e inversión. En este artículo, te explicamos todo: qué es, cómo funciona, qué tipos existen, cómo se invierte, ventajas, riesgos, límites, y tips clave para que tomes decisiones informadas sobre tu jubilación.

Qué es el APV y quién puede acceder
El Ahorro Previsional Voluntario (APV) es un mecanismo creado por la Ley N° 19.768 en Chile para que las personas puedan aumentar su ahorro previsional de forma adicional al 10% obligatorio de las AFP. Es completamente voluntario y está disponible para cualquier persona afiliada al sistema previsional, incluyendo trabajadores dependientes, independientes, pensionados y hasta extranjeros que cotizan en Chile.
Propósito y enfoque del APV
El objetivo principal del APV es que puedas mejorar tu pensión futura, compensar lagunas previsionales, acceder a beneficios tributarios y —en algunos casos— retirar anticipadamente fondos con fines específicos. A diferencia del ahorro obligatorio, tú eliges el monto, la periodicidad, el instrumento y la entidad que lo administrará, pudiendo diseñar una estrategia personalizada de largo plazo.
No hay monto mínimo obligatorio
Puedes aportar en forma mensual o esporádica
Disponible para cualquier afiliado al sistema
Adminístralo en AFP, AGF, bancos o aseguradoras
Puedes combinarlo con otros instrumentos previsionales
El APV está pensado como un “traje a la medida”, permitiéndote optimizar tu pensión según tu edad, ingreso, tolerancia al riesgo y horizonte de jubilación. También podés ajustar tu estrategia en el tiempo si cambian tus circunstancias personales o económicas.
¿Quiénes lo usan y por qué?
Hoy en día, el APV lo usan principalmente personas entre los 30 y 55 años que buscan mejorar su tasa de reemplazo. Pero también está creciendo su uso entre trabajadores jóvenes, como forma de aprovechar el efecto del interés compuesto, y entre independientes que quieren regularizar su cotización.
Sea cual sea tu caso, si cotizás regularmente o si tu pensión proyectada es baja, el APV puede ser el complemento ideal para mejorar tu futuro financiero con control y flexibilidad.
Tipos de APV, beneficios tributarios y cómo invertir
El sistema APV en Chile contempla distintos regímenes tributarios y tipos de instrumentos para que elijas el que más te convenga. Existen dos modalidades principales —Régimen A y Régimen B— con beneficios impositivos distintos, y múltiples canales de inversión: AFP, bancos, aseguradoras, AGF y plataformas digitales autorizadas.
Régimen A: devolución de impuestos anual
Este régimen permite rebajar tus aportes APV de la base imponible del impuesto a la renta. Si ganás sobre el tramo exento (hoy UF 13,5 aprox.), podés recuperar entre el 4% y 40% de lo ahorrado en tu devolución anual de impuestos. Es ideal si estás en tramos altos y no planeás retirar el ahorro en el corto plazo, ya que los retiros están sujetos a impuesto y recargos.
Régimen B: subsidio estatal del 15%
En este caso, el Estado aporta un 15% adicional sobre lo que ahorrás, hasta 6 UTM al año. El subsidio no es tributable, pero el aporte no se descuenta del impuesto anual. Es más conveniente si tenés ingresos bajos o medios, o si estás en tramo exento del impuesto a la renta. Es también la opción más usada por trabajadores independientes o por quienes priorizan liquidez futura.
Régimen A: ahorro deducible, devolución mayor
Régimen B: aporte estatal sin efecto tributario
Ambos con tope anual de 600 UF
Puedes cambiar de régimen una vez por año
Elige según tu tramo de renta y horizonte
Opciones de inversión y administradoras
Podés invertir tu APV en fondos previsionales tradicionales (tipo A al E), en fondos mutuos de AGF, seguros con ahorro, depósitos a plazo, ETFs o incluso activos internacionales, siempre que estén autorizados por la CMF. Es clave revisar comisiones, rentabilidad histórica y política de inversión de cada producto antes de elegir.
Muchas personas combinan APV en una AFP con APV en AGF o aseguradora, diversificando riesgos y horizontes. También existen simuladores online para estimar tu pensión proyectada con APV incluido.
¿Cómo empiezo?
Solo necesitás tu RUT, una cuenta corriente y definir tu perfil de riesgo. Algunas plataformas permiten contratar APV 100% online en menos de 10 minutos. Una vez inscrito, puedes hacer aportes mensuales automáticos o depósitos esporádicos.
Es recomendable revisar tu APV al menos una vez al año, para ajustar el mix de inversión, el régimen tributario o el monto según tus metas y situación laboral.
Estrategias, riesgos y recomendaciones finales
El APV es más que un ahorro previsional: bien usado, puede convertirse en un pilar central de tu planificación financiera de largo plazo. El secreto está en comenzar temprano, mantener la constancia, y ajustar la estrategia a tu realidad laboral, tributaria y familiar.
Estrategias por perfil
Si tenés 25–35 años, lo mejor es invertir en fondos más agresivos (tipo A o fondos mutuos dinámicos), y aprovechar el interés compuesto. Si estás entre 40–55, podés equilibrar entre crecimiento y estabilidad. Para personas cercanas a la jubilación, los fondos conservadores (tipo D o E) permiten proteger lo acumulado con menor volatilidad.
A mayor plazo, más renta variable podés considerar
Diversificá entre fondos previsionales y mutuos
Usá Régimen A si estás sobre tramo exento
Régimen B es óptimo para rentas más bajas
No retirés antes de tiempo, afecta beneficios
Riesgos y errores comunes
El mayor riesgo es no informarse y no ajustar tu APV a tu situación. Elegir fondos sin revisar costos o rentabilidad, no diversificar, o cambiar de régimen sin análisis puede hacerte perder beneficios importantes. También es común dejar de ahorrar por largos períodos: la clave está en mantener el hábito, aunque sea con montos pequeños.
Recomendaciones prácticas
Utilizá simuladores de pensión, revisá tus cartolas, compará entidades y no tengas miedo de cambiar si encontrás una opción más conveniente. Buscá asesoría si es necesario, y recordá que ahorrar para tu vejez es una decisión que solo vos podés tomar.
El APV es una herramienta poderosa, flexible y con beneficios concretos si se usa bien. Comenzá hoy y asegurá un retiro más tranquilo y digno para mañana.
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